El control preciso de la temperatura es esencial en la fabricación de semiconductores para prevenir el estrés térmico, mejorar la estabilidad del proceso y optimizar el rendimiento del chip. Los enfriadores de alta precisión ayudan a reducir defectos como grietas y delaminación, garantizan un dopaje uniforme y mantienen un espesor constante de la capa de óxido, factores clave para aumentar el rendimiento y la fiabilidad.