La tecnología de pulverización en frío acelera los polvos metálicos o compuestos a velocidades supersónicas, creando recubrimientos de alto rendimiento. Para los sistemas de pulverización en frío a escala industrial, un enfriador de agua es esencial para mantener temperaturas estables, evitar el sobrecalentamiento y extender la vida útil del equipo, lo que garantiza una calidad de recubrimiento constante y un funcionamiento confiable.